Luego de una larga y desgastarte -en cuanto a la confianza del público general- especulación con obtener ganancias en base a la baja del precio del BTC, finalmente llegó el momento en que el precio debe subir: ya sea porque no queda nadie dispuesto a vender, ya sea porque la demanda acaparó toda la oferta residual, o porque finalmente los que manejan el destino del precio de este mercado llegaron a la conclusión de que la mayor oportunidad de ganancias pasa ahora por la suba. Al fin y al cabo, nada puede bajar por siempre y, especialmente, ellos no han especulado comprando todo este tiempo para que finalmente el precio de la moneda pase a valer nada.
Ahora bien, este juego de depreciar la moneda, tiene una contracara: el público en general pierde confianza con el futuro prometedor de la moneda y no están tan dispuestos a entrar nuevamente al juego cuando han sido duramente vencidos en sus operaciones. Especialmente si entraron con un precio alto de la moneda, como se vio hasta fines del año pasado.
Entonces, aquellos que especularon con acumular, no pueden simplemente esperar sin fin hasta que el mercado empiece a curar su confianza, más aún cuando se encargaron de liquidar la oferta. Para obligar al precio a empezar a subir con notoriedad y generar el interés necesario previo a la entrada masiva de compradores a quienes se encargarán de vender luego de manera controlada para manejar nuevamente el precio, es necesario vender de a poco cantidades controladas para lograr que el precio se desplace tentadoramente. Y esto se atestigua en que las subidas son barras verticales similares a lo que sería un Pump, pero en vez de ser seguido por un Dump, el precio oscila temporalmente apoyado en un soporte para ganar nuevamente fuerza para el siguiente escalón de la subida.
Si fuera una subida "sana" -no manipulada- del mercado, deberíamos ver ondas de impulso bien características con sus correcciones típicas medidas por retrocesos de Fibonacci. En su lugar, vemos subidas intensas seguido de un tiempo de espera en el que el precio pausa su ascenso antes del siguiente salto al escalón superior. Todo esto irá tentando a los inversores haciendo que pierdan el miedo al entender que el alza está en curso, cuando presencien una seguidilla de estos movimientos.
Luego sí podremos ver ondas de impulso características al alza. Pero, mientras duren los Pumps, es claro que el precio sigue siendo manipulado: en este caso, para lograr restaurar el deseo y la confianza del inversor por volver al juego. La confianza aparece cuando el deseo por la ganancia se vuelve intenso, y ésto sucede cuando la tentación por no perderse la suba comienza a ser difícil de ignorar.
Ahora bien, este juego de depreciar la moneda, tiene una contracara: el público en general pierde confianza con el futuro prometedor de la moneda y no están tan dispuestos a entrar nuevamente al juego cuando han sido duramente vencidos en sus operaciones. Especialmente si entraron con un precio alto de la moneda, como se vio hasta fines del año pasado.
Entonces, aquellos que especularon con acumular, no pueden simplemente esperar sin fin hasta que el mercado empiece a curar su confianza, más aún cuando se encargaron de liquidar la oferta. Para obligar al precio a empezar a subir con notoriedad y generar el interés necesario previo a la entrada masiva de compradores a quienes se encargarán de vender luego de manera controlada para manejar nuevamente el precio, es necesario vender de a poco cantidades controladas para lograr que el precio se desplace tentadoramente. Y esto se atestigua en que las subidas son barras verticales similares a lo que sería un Pump, pero en vez de ser seguido por un Dump, el precio oscila temporalmente apoyado en un soporte para ganar nuevamente fuerza para el siguiente escalón de la subida.
Si fuera una subida "sana" -no manipulada- del mercado, deberíamos ver ondas de impulso bien características con sus correcciones típicas medidas por retrocesos de Fibonacci. En su lugar, vemos subidas intensas seguido de un tiempo de espera en el que el precio pausa su ascenso antes del siguiente salto al escalón superior. Todo esto irá tentando a los inversores haciendo que pierdan el miedo al entender que el alza está en curso, cuando presencien una seguidilla de estos movimientos.
Luego sí podremos ver ondas de impulso características al alza. Pero, mientras duren los Pumps, es claro que el precio sigue siendo manipulado: en este caso, para lograr restaurar el deseo y la confianza del inversor por volver al juego. La confianza aparece cuando el deseo por la ganancia se vuelve intenso, y ésto sucede cuando la tentación por no perderse la suba comienza a ser difícil de ignorar.